Con el semáforo epidémico amarillo por COVID-19, se permitió la reapertura de casinos en Chihuahua, sin embargo, debido a que tenían un año sin laborar, prevén que les tome dos años recuperarse, siempre y cuando tengan afluencia.
Aaron Santoyo, representante de la Asociación de Permisionarios Operadores y Proveedores de la Industria Del Entretenimiento y Juego de Apuesta en México (AIEJA), en Chihuahua, refirió estar contento ya que 19 salas en la entidad tienen luz verde desde el lunes.
Sin embargo, pese a la apertura cargan una deuda a provedores, salarios, y todavái el costo de vovler a «echar a andar» el negocio.
En un año sin prestar su servicio, se ha acumulado una pérdida económica estimada de 400 millones de pesos.