López Obrador aseveró que la elección pasada fue “legal, legítima”, y que “ninguna organización ni oficial ni oficiosa del extranjero” puede hablar de fraude.
“Ya resolvieron sobre la legalidad de la elección presidencial, es algo muy importante. Es una elección legal, legítima y todas las impugnaciones que se presentaron fueron desechadas por distintos motivos”, dijo.
“Para la nación, para México, para el país, pues es un ejemplo cómo se puede llevar a cabo una transición pacífica, democrática, con apego a la Constitución, a las leyes y con la resolución de órganos electorales nacionales, no hay ninguna organización ni oficial ni oficiosa del extranjero hablando de fraude o de irregularidades, también no hay que olvidarlo”, señaló.
El mandatario mexicano aseveró que el pueblo de México “ayudó muchísimo porque la diferencia fue como nunca: estamos hablando de 36 millones de votos a favor de Claudia Sheinbaum”.
“36 millones de votos es más que la población de varios países del mundo, y una ventaja de 30 puntos. Hablaban de una elección cerrada los conservadores y de la polarización que existía en México, y acuñaron un término que sacaron los intelectuales orgánicos, los abajo firmantes, un término nuevo que se utiliza mucho en el mundo del pensamiento conservador, la ‘deriva autoritaria’, pues nada de eso funcionó”, externó.
“También hubo una apuesta a la violencia, afortunadamente no fue así, se instalaron la mayoría de las mesas, de las casillas electorales y el pueblo salió a votar, también fue buena la participación, alrededor del 60 por ciento, es para celebrar independientemente de los resultados”, lanzó.
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