Dogu reconoció ante los medios que veía «bastante sorprendente» que varias autoridades de Defensa hondureñas se hubiesen reunido con el ministro venezolano del ramo, Vladimir Padrino López, a quien la embajadora describió como un «narcotraficante».
«La injerencia y el intervencionismo de los Estados Unidos, así como su intención de dirigir la política de Honduras a través de su Embajada y otros representantes, es intolerable», respondió Castro en cuestión de horas, con un mensaje en redes sociales en el que clamó «basta».
Como primera medida, ordenó al ministro de Exteriores, Enrique Reina, denunciar el tratado de extradición con Estados Unidos, paso previo a la ruptura de un acuerdo que permite el intercambio de personas acusadas entre los dos países.
El propio Reina tachó de «insoportable» la «injerencia». «Honduras acudió a una competencia de academias militares (e) insinuar o implicar como narcotraficantes y descalificar a nuestras autoridades es realmente una amenaza directa a nuestra independencia y soberanía», señaló.
Discover more from CALIBRE800
Subscribe to get the latest posts sent to your email.