Los manifestantes marcharon con banderas bolivianas y de la región. Además, algunos portaban pancartas que decían «no hay dólares», «no hay diésel».
La marcha recorrió de manera pacífica las principales calles y avenidas de Santa Cruz para terminar en la plaza de Armas.
Fernando Larach, presidente del poderoso conglomerado civil-empresarial Comité Cívico de Santa Cruz, explicó que las instituciones salieron a las calles «para protestar ante la desatención del gobierno por el tema de dólares y la falta de combustible».
Acotó que también protestan por el reciente informe de población del estatal Instituto Nacional de Estadísticas (INE) que -dijo- asigna menos habitantes a Santa Cruz que los proyectados en años anteriores.
El dato del INE es clave en Bolivia para la distribución de recursos económicos estatales y la reasignación de escaños parlamentarios entre los nueve departamentos del país.
Laura Franco, dirigente de los comerciantes al menudeo, dijo a la Afp que la escasez de combustibles y dólares «se ha traducido en la falta de empleo (y) en profundizar una crisis económica».
En La Paz también se registraron marchas de comerciantes al menudeo.
La escasez de gasolina y diésel es recurrente casi cada dos meses en Bolivia. El gobierno subvenciona la importación de combustibles. En 2023 destinó mil 100 millones de dólares y para 2024 presupuestó mil 408 millones.
Bolivia compra de países vecinos el litro de gasolina a 0.86 dólares y lo vende localmente a 0.53 dólares.
Ese gasto significó una profunda caída de sus reservas internacionales. Junto a la gasolina y el diésel, los bolivianos también sufren por la falta de dólares en el sistema financiero privado.
En el mercado negro la divisa se cotiza un 50 por ciento por encima del precio oficial.
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