En su misiva al juez Brian Cogan, quien presidió su juicio y dictará su sentencia, habla de cómo fue criado en una familia con “gran sentido ético” y “ser personas de bien” con “amor por nuestro país”. Indicó que su familia fue “testigo de mi difícil profesión” y los “esfuerzos sobrehumanos para luchar contra el crimen y violencia que vive mi país”.
En la carta escrita a mano y sin fecha, acusa al gobierno actual de México por su proceso judicial, escribiendo que “mi país está sufriendo una gran convulsión, por orden del actual presidente de México se acabó de desmantelar el Poder Judicial del país… su busca encarcelar a los que combatimos, a sus aliados políticos vinculados con el narcotráfico, México está entrando en una etapa muy peligrosa, alejándose de la democracia y cuestionando libertades individuales; se acaba de decretar una pausa -suspensión de relaciones oficiales entre EUA y México, amenazando y poniendo en riesgo el trabajo coordinado entre EUA y México”, afirma.
Con todo esto, concluye solicitando al juez que al emitir la sentencia considere todos estos factores en torno a este juicio, “entre otros la información falsa aportada por el gobierno actual de México y los testigos-criminales, su complicidad en mi contra y mi responsabilidad en el combate frontal al narcotráfico donde además se enfrentan poderosos intereses políticos”.
Recuerda que “soy el mexicano con más reconocimientos y condecoraciones” en varios países incluyendo Estados Unidos “por el combate contra el terrorismo y narcotráfico”, y subraya que participó en los más altos niveles de colaboración en inteligencia y seguridad con Estados Unidos. Insistió en que nunca lucró con sus puestos, y que “no hay registro o antecedente de contacto o vínculo con ningún criminal”.
Aunque no se atrevió a declararse inocente de manera explícita, concluye su misiva afirmando que “yo nunca he sido amenaza o riesgo para la comunidad” y que a lo largo de su vida no hay “ningún registro criminal, todo lo contrario”. Por lo tanto, suplica al juez que “me permita regresar lo antes posible con mi familia y reincorporarme a la entrañable sociedad a la cual respeto y pertenezco”.
En la carta de cinco páginas, García Luna también cuenta de su vida familiar feliz y el éxito en la educación de sus hijos en universidades estadunidenses. Señala que “desde niño, mis padres me enseñaron el terrible daño que causan las drogas”, y que ese es el origen de su lucha “implacable” contra criminales, y afirmó que “tengo firme respeto por la ley”, y que al vivir en Estados Unidos “comparto los valores de la democracia, justicia y desarrollo humano que tiene este país”.
Escribe también que ha estado detenido en el Centro de Detención Metropolitana de Brooklyn por 58 meses “en condiciones infrahumanas”, sujeto a amenazas, contagiado de covid y hasta segregado en “celdas de castigo”. Pero ha mantenido, dice, la buena conducta y más aún se ha dedicado a esfuerzos de educación secundaria y universitaria para otros reos y en programas antidrogas para los acusados de delitos relacionados con el narco. Lamenta haber perdido etapas en la vida de su familia, sobre todo de sus hijos, como pérdidas de familiares.
García Luna fue declarado culpable por un jurado el 21 de febrero de 2023 de todos los cinco cargos de narcotráfico que giran en torno de la acusación de que recibió millones de dólares del cártel de Sinaloa a cambio de su protección cuando ocupaba los cargos de secretario de Seguridad Pública durante el gobierno de Felipe Calderon y como jefe de policía federal en el sexenio de Vicente Fox.
En pocas horas, el funcionario mexicano de mayor rango enjuiciado en Estados Unidos conocerá su futuro.
El Mayo se posterga un día
La primera audiencia preliminar de Ismael El Mayo Zambada ante el juez federal encargado de su caso, el mismo juez Cogan que presidió los juicios de García Luna y El Chapo, se postergó por un día y ahora está programada para el viernes 18 de octubre.
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