El departamento solicitará al juez, quien dictaminó en agosto pasado que Google monopolizaba ilegalmente el mercado de búsquedas, que exija medidas relacionadas con la inteligencia artificial y su sistema operativo para teléfonos inteligentes Android, de acuerdo con información dada por personas familiarizadas con los planes.
Los funcionarios, en conjunto con los estados que se han unido al caso, también planean recomendar, el próximo miércoles, que el juez federal Amit Mehta imponga requisitos de licencia de datos, dijeron las personas, quienes pidieron no ser identificadas, pues se trata de un asunto confidencial.
Si el juez acepta las propuestas, el mercado de búsquedas en línea y la floreciente industria de la inteligencia artificial podrían transformarse.
El caso —que se presentó durante la primera administración de Trump y continuó bajo el presidente Joe Biden— marca el esfuerzo más agresivo para controlar a una empresa de tecnología desde que Washington intentó sin éxito dividir Microsoft, hace dos décadas.
Ser propietario del navegador web más popular del mundo es clave para el negocio de anuncios de Google. La empresa puede ver la actividad de los usuarios que han iniciado sesión y utilizar esos datos para orientar de forma más eficaz las promociones, que generan la mayor parte de sus ingresos.
Google también utiliza Chrome para dirigir a los usuarios a su producto estrella de inteligencia artificial, Gemini, que tiene el potencial de evolucionar de un robot de respuestas a un asistente que sigue a los usuarios por la web.
La vicepresidenta de asuntos regulatorios de Google, Lee-Anne Mulholland, dijo que el Departamento de Justicia “sigue impulsando una agenda radical que va mucho más allá de las cuestiones legales de este caso”. Agregó que “si el gobierno pone el dedo en la balanza de esta manera, perjudicaría a los consumidores, a los desarrolladores y al liderazgo tecnológico estadounidense precisamente en el momento en que más se lo necesita”.
Las acciones de Google cayeron hasta un 1.8 por ciento, a 172.16 dólares en las últimas operaciones. Habían subido un 25 por ciento este año hasta el cierre.
Acceso a Chrome
Los organismos antimonopolio quieren que el juez ordene a Google vender Chrome, el navegador más utilizado en todo el mundo, porque representa un punto de acceso clave a través del cual muchas personas usan su motor de búsqueda, dijeron las personas.
El gobierno tiene la opción de decidir si es necesaria la venta del navegador en una fecha posterior si algunos de los otros aspectos de la solución crean un mercado más competitivo, añadieron las fuentes. Chrome controla alrededor del 61 por ciento del mercado en Estados Unidos, según StatCounter, un servicio de análisis de tráfico web.
Los abogados del gobierno se reunieron con docenas de empresas durante los últimos tres meses mientras preparaban la recomendación. Los estados aún están considerando agregar algunas propuestas y algunos detalles podrían cambiar.
Los funcionarios antimonopolio desestimaron una opción más severa que habría obligado a Google a vender Android, dijeron las personas.
¿Qué cambios podría realizar Google para no caer en la ilegalidad?
El fallo de agosto de Mehta, que determinó que Google había infringido las leyes antimonopolio tanto en los mercados de búsquedas en línea como en los de anuncios de texto de búsqueda, se produjo luego de un juicio de diez semanas, el año pasado. La empresa planea su apelación.
El juez fijó una audiencia de dos semanas en abril sobre los cambios que debe realizar Google para remediar el comportamiento ilegal y planea emitir un fallo final en agosto de 2025.
La agencia y los estados han acordado recomendar que se exija a Google licenciar los resultados y datos de su popular motor de búsqueda y dar a los sitios web más opciones para evitar que su contenido sea utilizado por los productos de inteligencia artificial de Google, dijeron las personas.
Las autoridades antimonopolio están dispuestas a proponer que Google desvincule su sistema operativo Android para celulares de sus otros productos, incluidos el motor de búsqueda y su tienda de aplicaciones móviles Google Play, que ahora se venden como un paquete, dijeron las personas. También están dispuestos a solicitar que la empresa comparta más información con los anunciantes y aumente el control sobre dónde aparecen sus anuncios.
Los abogados del Departamento de Justicia y los fiscales generales estatales incluyeron todas esas opciones en una presentación inicial en octubre, así como una prohibición del tipo de contratos exclusivos que estaban en el centro del caso contra Google.
Una escisión forzada, si se produce, también dependería de encontrar un comprador interesado. Quienes podrían permitirse y podrían querer la propiedad, como Amazon.com, también se enfrentan al escrutinio antimonopolio que puede impedir una operación de ese calibre.
“Mi opinión es que esto es extremadamente improbable”, dijo Mandeep Singh, analista de Bloomberg Intelligence. Pero, agregó, podría ver un comprador como OpenAI, el fabricante del chatbot de inteligencia artificial ChatGPT. “Eso le daría distribución y un negocio de anuncios para complementar sus suscripciones de chatbots para consumidores”.
Reseñas generales de IA
Google ahora muestra respuestas basadas en inteligencia artificial en la parte superior de sus páginas de búsqueda, denominadas “Resumen de IA”. Si bien los sitios web pueden optar por no permitir que Google utilice su información para crear modelos de IA, no pueden darse el lujo de optar por no permitir que utilice los resúmenes, ya que eso podría hacer que se ubiquen más abajo en los resultados de búsqueda, lo que dificultaría llegar a sus clientes.
Los editores de sitios web se han quejado de que la función reduce el tráfico y los dólares invertidos en publicidad, ya que los usuarios rara vez hacen clic para ver los datos que se utilizan para impulsar esos resultados.
Respecto a las licencias de datos, los organismos antimonopolio planean proponer dos opciones: que Google venda los datos subyacentes de “clics y consultas” y sindique por separado sus resultados de búsqueda, según las personas.
Actualmente, la empresa vende resultados de búsqueda sindicados, pero con restricciones, como impedir su uso en dispositivos móviles. Obligar a Google a sindicar sus resultados de búsqueda permitiría a los motores de búsqueda rivales y a las empresas emergentes de inteligencia artificial mejorar rápidamente su calidad, mientras que el suministro de datos permitiría a otros crear su propio índice de búsqueda.
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