El ministro de Relaciones Exteriores comentó que fue informado de que oriundos de la nación neogranadina están arribando al estado venezolano de Zulia, por lo cual se le dio instrucciones al personal diplomático y consular en la República Bolivariana de monitorear la situación y, de ser necesario, de desplazarse hasta el sitio donde están los connacionales.
Reiteró además que el próximo miércoles denunciará ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, “las acciones y los crímenes de guerra cometidos por la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN)” en el Catatumbo.
Murillo afirmó asimismo que pedirá apoyo a ese órgano para seguir explorando salidas para lograr la paz, y también para que se registre la importancia de constatar una voluntad clara de llegar a acuerdos que luego se materialicen por parte de los grupos armados.
El canciller acudirá al Consejo de Seguridad a propósito de la presentación del más reciente informe sobre la Misión de Verificación de la ONU en Colombia sobre la implementación del Acuerdo de Paz de 2016, que abarca el período comprendido entre el 27 de septiembre y el 26 de diciembre de 2024.
Según explicó, la situación desatada en el noreste del país atañe al Consejo de Seguridad porque a ese ente se le pidió que ampliara su mandato de modo que tuviera competencias para comprobar también el desarrollo del cese al fuego con el ELN, que expiró en agosto de 2024 después de estar un año vigente, ante la imposibilidad de las partes de acordar una extensión.
El Catatumbo vive hoy una seria situación de inseguridad debido a los combates que esa insurgencia entabló contra la llamada Estructura 33, que es un grupo residual de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias-Ejército del Pueblo.
De acuerdo con el diario El Tiempo, que cita el último reporte del Puesto de Mando Unificado (PMU) en esa región, se contabilizan hasta el momento 58 muertos debido a los enfrentamientos en ocho municipios.
La Defensoría del Pueblo alertó antes que también hay decenas de secuestrados, heridos y cientos de familias que permanecen confinadas o se han visto en la necesidad de huir.
El Ejército Nacional, por su parte, reforzó la zona con 300 de sus efectivos con el propósito de recuperar la tranquilidad de las comunidades, según informó.
Debido a la situación, el presidente Gustavo Petro suspendió las negociaciones entre el Gobierno y el ELN por segunda vez en cuatro meses, por considerar que sus acciones en el Catatumbo son crímenes de guerra y que esa fuerza guerrillera no tiene una voluntad real de paz.
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