En solo cuatro días del gobierno de los Estados Unidos encabezado por el presidente Donald Trump ha puesto en jaque y en expectativa a la comunidad en contexto de movilidad que esperaba o ya contaba con una cita para presentarse ante las autoridades estadunidenses y pedir asilo. Ante esta situación, el obispo de esta frontera llamó a los juarenses a ser solidarios.
El líder de la iglesia católica de Ciudad Juárez, José Guadalupe Torres Campos, envió un mensaje a la comunidad de fronteriza para que no se deje de lado las necesidades de las personas migrantes que quedaron varadas luego de que se anunciara la cancelación de todas las citas programadas a través de la aplicación CBP One de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU (CBP, por sus siglas en inglés).
“No podemos ser indiferentes ante la situación de dolor, angustia, temor e incertidumbre por la que atraviesan cientos de hermanos migrantes, que han visto cancelada la oportunidad de presentar su solicitud de asilo político ante las autoridades norteamericanas”, dijo el obispo en su carta.
El mensaje lo dirigió a la Diócesis, tanto a las personas en situación de movilidad, organizaciones que trabajan por los derechos humanos y todas aquellas personas de buena voluntad.
“Los Estados tienen el derecho de regular los flujos migratorios y defender sus fronteras, asegurando siempre el respeto debido a la dignidad de toda persona humana”, mencionó.
Ante los cambios en la política migratoria de Estados Unidos que modifican las estrategias que se habían diseñado en la búsqueda de una “migración ordenada, segura y regular” como se estableció el 19 de diciembre de 2028 en el Pacto Mundial celebrado por la Asamblea General de las Naciones Unidad, el obispo Torres Campos dijo:
“La situación de vulnerabilidad por la que atraviesan muchos hombres y mujeres en situación de movilidad, debe conmover nuestro corazón a la solidaridad y a lucha por los derechos humanos de los más necesitados”.
Destacó que en la Diócesis a su cargo se mantendrán los esfuerzos de atención a cada persona migrante que lo necesite a través del albergue de la Casa del Migrante, el comedor en la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe y la Casa Eudes, que da alojamiento a mujeres en contexto de movilidad.
“Hacemos un llamado también a nuestros hermanos en movilidad que se encuentran en Ciudad Juárez, a no perder la esperanza y poner sus necesidades ante el altar del Señor, asimismo, confiar que la Iglesia que es madre, está atenta a sus necesidades para continuar en la lucha por sus sueños de una vida mejor”, añadió.
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