Texas es uno de los mayores productores de petróleo del mundo gracias al fracking. ¿Qué pasará con su gigantesca industria cuando las reservas se acaben o la demanda del combustible fósil empiece a bajar por los compromisos de emisiones? La respuesta es un ambicioso proyecto conocido como Hydrogen City.
Bienvenidos a Hydrogen City. El proyecto más grande del mundo para la producción, el almacenamiento y el transporte de hidrógeno verde en forma de amoniaco. Al menos sobre el papel.
La iniciativa se centra en el domo de sal de Piedras Pintas, una formación geológica al sur de Texas que es ideal para almacenar enormes cantidades de hidrógeno gracias a su impermeabilidad, estabilidad y temperatura constante.
El petróleo texano del futuro. El objetivo de Hydrogen City es aprovechar la abundante energía solar y eólica de Texas para producir hidrógeno verde a partir de electrólisis del agua, almacenarlo en su estado gaseoso en una caverna de sal y transportarlo a demanda por una tubería de 120 km hasta una planta de amoniaco de Corpus Christi.
La producción estimada del proyecto es de 280.000 toneladas de hidrógeno anuales, con las que se pretende generar un millón de toneladas de amoniaco verde listo para exportar a mercados internacionales, como el asiático.
Quién está detrás del proyecto. Hydrogen City es una iniciativa de Green Hydrogen International (GHI), una empresa con sede en Houston que fue fundada en 2019 por el geólogo estadounidense Brian Maxwell.
En estos cuatro años, se han sumado al proyecto Inpex Corporation, la compañía de petróleo y gas más importante de Japón, y ABB, el gigante sueco-suizo que fabrica equipos industriales y componentes para la generación de energía eléctrica.
Cuándo empezará a construirse. El inicio de las obras está previsto para 2026. Lo verdaderamente ambicioso son los planes de iniciar la producción comercial apenas tres años después, en 2029, con un electrolizador de 2,2 GW alimentado por 3,75 GW de energía solar y eólica.
Si algo puede atraer el interés público y privado para acelerar el proyecto es la enorme capacidad de almacenamiento de Peidras Pintas. El domo de sal podría almacenar hasta 6 teravatios-hora (TWh) de energía a largo plazo, una auténtica revolución para las múltples industrias que dependen del amoniaco.
El gran obstáculo: una hidrólisis sostenible. Si bien el amoniaco verde se puede producir a partir de hidrógeno verde sin necesidad de combustibles fósiles, el coste energético de la electrólisis de agua es lo que pone en duda los proyectos de este tipo, ya que no pueden funcionar siempre con aerogeneradores y paneles solares.
Hydrogen City comprará electricidad al operador de la red eléctrica de Texas (ERCOT) durante las horas valle para compensar las fluctuaciones de la generación de energía solar y eólica, reduciendo el gasto y al mismo tiempo la demanda de fuentes de energía no renovables. Está por ver si eso contiene el coste de producción del hidrógeno y, en consecuencia, del amoniaco.
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