Un incendio forestal ardía ayer al noreste de Atenas, oscureciendo el cielo mientras el olor a humo y hollín invadía la capital griega.
Más de 400 bomberos, 110 camiones de bomberos y un gran número de voluntarios luchaban contra las llamas, que se declararon alrededor de las 3 de la tarde a unos 35 kilómetros (22 millas) de Atenas. Los 15 aviones de extinción de incendios y nueve helicópteros estaban operando a última hora de la tarde, pero dejaron de funcionar al atardecer.
Las llamas avanzaban rápidamente hacia el lago Maratón, un importante depósito de agua que abastece a Atenas, dijo Vassileios Vathrakogiannis, portavoz de los bomberos. Un número desconocido de casas han resultado dañadas.
El oficial indicó que los vientos alcanzaron una fuerza de vendaval en el área del incendio y las llamas superaron los 25 metros (80 pies) de altura. Los residentes de los pueblos cercanos al área del incendio y algunos del norte de Atenas han sido advertidos por mensajes de texto de emergencia para que evacuen.
La policía dijo que evacuó a más de 200 personas, en su mayoría ancianos y otros que no atendieron las advertencias.
Otro incendio que estalló al oeste de Atenas ha sido contenido, dijo el portavoz.
El clima cálido y seco, agravado por los fuertes vientos, aumenta el peligro de incendios forestales. Junio y julio fueron los meses más cálidos registrados en Grecia, que también registró su invierno más cálido.
Tanto meteorólogos como funcionarios del gobierno han advertido sobre el empeoramiento de los incendios forestales debido a las condiciones climáticas desde el domingo hasta el jueves. La mitad del país estará bajo “alerta roja”, dijo el ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vassilis Kikilias.
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