Estos últimos meses han hecho una imponente inversión en I+D y fruto de ello es el nuevo campus de Shanghái que, básicamente, es una ciudad para 30.000 empleados. El Shanghai Research Center es impresionante, pero aún más lo es Ox Horn Campus. Se trata de un complejo para 20.000 empleados que no sólo es enorme y necesita trenes eléctricos para moverse entre sus edificios, sino que imita el estilo arquitectónico de otras ciudades.
Porque, básicamente, Huawei ha copiado algunos de los elementos más representativos de 12 ciudades europeas para convertirlo en un parque de atracciones desde el que desarrollan tecnología.
El campus de Huawei con 12 ciudades europeas
Ubicado en Songshan Lake en Guangdong, Ox Horn Campus ocupa la friolera de 120 hectáreas. Empezó a operar hace ya unos cuantos años, en 2019, pero en pleno 2024 sigue siendo una obra imponente. Ox Horn también es conocido como Xicun y como ‘ciudad europea de Huawei‘ y costó la friolera de 40.000 millones de yuanes, unos 5.100 millones de euros. De hecho, es similar a lo que costó la ‘nave espacial’ de Apple.
Los campus de empresas de este tamaño suelen ser ciudades en miniatura con edificios que tienen nombre propio, otros edificios organizados en barrios, muchas zonas verdes, zonas de esparcimiento y cafeterías, pero lo de Ox Horn es faraónico. Para empezar, tiene 12 distritos, cada uno con una arquitectura propia, sus ‘barrios’ y diferentes edificios.
Y lo más especial es lo que comentábamos: cada uno de estos distritos está basado en una ciudad o zona europea. Son los siguientes:
- Oxford
- Brujas
- Luxemburgo
- Windermere
- Granada
- París
- Verona
- Krumlov
- Friburgo de Brisgovia
- Borgoña
- Heidelberg
- Bolonia
Hay ciudades conocidísimas, pero Windermere es un lago y tanto como Heidelberg -ciudad alemana- como Krumlov -una ciudad checa de apenas 13.000 habitantes- puede que no sean lugares tan conocidos. Todo el diseño fue obra de Jin Feng y la estructura interna es alucinante. Para empezar, hay estaciones de tren en los distritos y tres líneas (A, B y C) que realizan viajes periódicos entre ellos.
Es una forma sencilla de mover a los empleados de uno a otro puesto que, aunque el lugar de trabajo de cada empleado está en uno de los distritos, hay unos que tienen más cafeterías que otros, restaurantes diferentes, gimnasios o lugares de esparcimiento únicos. También hay un sistema de bicicletas compartidas si prefieren transportarse de ese modo.
Y, cuando decimos que Huawei ha copiado ciudades europeas, no sólo hablamos del estilo arquitectónico, sino de auténticas copias en escala de edificios característicos. París está plagado de edificios administrativos con el estilo arquitectónico del centro de la ciudad francesa y una réplica de la Cité Internationale Universitaire. Oxford más de lo mismo con edificios ingleses y una copia del Big Ben. También tenemos el Castillo de Heidelberg y hasta el tranvía está inspirado en el diseño del Jungfrau suizo.
Además de edificios, Huawei también ha plantado especies diferentes para dar vida al campus y las zonas verdes están pobladas por algunos animales.
Un paseo por la Granada de Huawei
Y algo curioso es que, quizás atendiendo a lo bien que se come en Granada, la mayoría de los restaurantes están en el distrito dedicado a la ciudad andaluza. Huawei afirma que hay restaurantes con gastronomía de cualquier parte del mundo. Esto es algo que también ocurre en su nuevo megacampus y es una estrategia para atraer trabajadores de cualquier país.
Si has estado en Granada, puedes reconocer algunos rincones del Albaicín, pero también la réplica a tamaño real (parece) del Palacio de Carlos V de la Alhambra. ¿Por qué el palacio de Carlos V y no el Patio de los Leones? Ni idea, pero
China en contra de la arquitectura extraña
Aunque pueda parecer que lo de Huawei es una extravagancia, lo cierto es que China tiene varias réplicas de ciudades europeas en su geografía. Thames Town está inspirada en los típicos barrios residenciales ingleses, Tianducheng es una París en miniatura (con su propia Torre Eiffel), un centro comercial llamado Florentia Village inspirado en Florencia y ubicado en Tianjin, y una zona de bares en Pekín que es un collage de la arquitectura alemana. Bueno, y hasta la Casa Blanca en Hangzhou.
Y lo cierto es que no sabemos si China dejará de «inspirarse» en ciudades occidentales a la hora de hacer barrios atractivos, pero puede que sea más complicado con la entrada en vigor de las leyes que quieren combatir la ‘arquitectura extraña’. Viendo que los valores de la arquitectura china se estaban desvaneciendo y que los rascacielos empezaron a reinar, China limitó la altura para que no haya un skyline desproporcionado.
Antes de eso (aunque con el campus de Huawei ya en construcción), Xi Jinping quiso limitar la inspiración occidental y los edificios peculiares a golpe de ley. El actual presidente ha sido muy crítico con este tipo de edificios y quiere diseños más conservadores, que son los que aprobarán las administraciones locales.
Pase lo que pase, lo cierto es que es de lo más llamativo no sólo el centro Ox Horn de Huawei, sino ir por Jiangyan y encontrarse una réplica exacta del Arco del Triunfo parisino.
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