Sin embargo, no se especifica la prohibición del uso de animales en corridas de toros, peleas de perros o de gallos, que sería incluido hasta la ley reglamentaria.
Pese a que no hubo oposición a la iniciativa, se realizaron seis rondas de debate, con seis oradores cada una, lo que extendió la discusión por seis horas. El dictamen fue aprobado en lo particular por 441 votos a favor y una abstención (del morenista Edén Garcés Medina).
Se presentaron 30 reservas al dictamen, pero sólo fue aprobada una de ellas, de la diputada Martha Olivia García (Morena), mediante la cual se especificó que, además de que la Cámara de Diputados puede legislar en materia de protección de los animales, también debe hacerlo en cuanto a su “bienestar”.
En tribuna, diputados de todos los partidos alertaron que México ocupa el primer lugar en América Latina en materia de maltrato y abandono animal, y el tercero a nivel mundial, debido a que en promedio 7 de cada 10 mascotas sufren algún tipo de abuso por parte de sus propietarios.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística, en el país hay unos 80 millones de animales de compañía.
La priísta Marcela Guerra –quien en 2005 fue criticada por acudir a San Lázaro con un abrigo de mink— señaló que “si lastimamos a los animales, nos degradamos como sociedad”, y recordó que 60 mil animales mueren anualmente por maltratos en México, y entre 60 y 70 por ciento de los gatos y perros en el país viven en la calle, expuestos a enfermedades, hambre y agresiones.
Las también priístas Abigail Arredondo y Fuensanta Guerrero señalaron que, aunque ya existen leyes que sancionan la violencia contra los animales y se presentan casi 20 mil denuncias anuales, muchos casos de crueldad quedan sin castigo, por lo que es necesario sancionar con penas de cárcel más duras este delito.
La enmienda aprobada hoy implica agregar en el artículo 3º constitucional que, en los programas educativos de educación básica y media superior, se incluya la enseñanza de la protección a los animales.
Olegaria Carrazco (Morena), explicó que, según la UNESCO, incluir en los planes de estudio contenidos de empatía con los animales, no solo reduce la violencia sino también fomenta una sociedad más armónica.
De igual manera, se reformó el artículo 4º, para prohibir el maltrato animal y la obligación del Estado de garantizar la protección, el trato adecuado, la conservación y el cuidado de los animales. También se agregó en el artículo 73, la facultad del Congreso para legislar en la materia.
Contradicción en Morena sobre tauromaquia
Previo a la sesión del pleno, el coordinador de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, fue consultado sobre la posibilidad de que esta reforma prohíba las corridas de toros. Al respecto, señaló que “estamos buscando un diseño, un mecanismo para que pueda haber el espectáculo sin sangre, sin que se sacrifique al animal; que sea un espectáculo al que puedan acudir, sin que esté salpicada la sangre y sin que muere el animal”.
Según el presidente de la Junta de Coordinación Política, “creo que en Francia y en Estados Unidos, Las Vegas, hay espectáculos en donde no existe el sacrificio de los toros y se conserva una tradición. Yo sí creo que puede presentarse el espectáculo de la fiesta brava; hay una tradición muy arraigada, pero tiene que dar un viraje completo, de tal suerte que no haya sangre”.
En contraposición, el coordinador de operación política del grupo parlamentario guinda, Pedro Haces –quien es empresario taurino–, admitió que es necesario “modernizar” las corridas de toros, pero “no podemos acabar con una especie milenaria, con los usos y las costumbres de muchos años”.
Luego de aclarar que está en contra de la prohibición completa de la tauromaquia, “porque se pierden muchos empleos”, Haces planteó “bajar la sangre” de este espectáculo, pero sin que desaparezca.
“Al taurino le gusta la fiesta de sol, sangre y arena. La fiesta viene siendo, milenariamente, una tradición donde hay muerte en el ruedo”, justificó.
Críticas al artículo segundo transitorio
Por su parte, también hubo advertencias de que la reforma deje intacta la posibilidad de que continúen actos de crueldad en contra de los animales no destinados al consumo humano.
Laura Ballesteros (MC) alertó que “sobre la superficie, parecería que este dictamen está bien, y que realmente protege a los animales. Sin embargo, nos preocupa que pueda abrir la puerta para el sufrimiento y sacrificio de los toros”, pues el artículo segundo transitorio del dictamen “prevé que se debe prohibir el maltrato en la crianza, el aprovechamiento y el sacrificio de animales de consumo humano” y en el uso de ejemplares de vida silvestre en espectáculos con fines de lucro.
Lo anterior implicaría, dijo, que los animales que no son para consumo humano o no son silvestres, “como algunas especies de toros, podrían ser maltratados y sacrificados. Se tiene que aclarar este aspecto en la legislación secundaria y lo deseable sería que esto no pasara en el dictamen”.
En el mismo sentido, Ariana Rejón (PRI) dijo: “mucho cuidado con lo que dice el segundo transitorio de este dictamen, que abre la puerta a la explotación animal para espectáculos. Es un retroceso legislativo. No hay nada peor que el uso de animales para una supuesta diversión humana. Les pido la revisión de este texto”.
El panista David Cortés, de su lado, advirtió que, aunque las reformas de protección animal significan un avance normativo, no queda totalmente cancelada la posibilidad de que sigan ocurriendo espectáculos de entretenimiento donde los animales sufren, como las peleas de perros y las corridas de toros, ni tampoco quedan descartados los métodos crueles de sacrificio en los rastros y mataderos.
El dictamen fue enviado al Senado para su ratificación.
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