De acuerdo con el reportaje exclusivo, esta oferta se produce en un contexto en el que han surgido pruebas convincentes de que Maduro perdió las elecciones presidenciales del pasado mes de julio, según fuentes cercanas a las negociaciones citadas por los periodistas Juan Forero, Patricia Garip y Kejal Vyas.
El diario indica que la administración de Joe Biden ha discutido la posibilidad de otorgar indultos a Maduro y a sus principales colaboradores, algunos de los cuales enfrentan serias acusaciones por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Estas acusaciones incluyen cargos relacionados con el tráfico de drogas, por los cuales el gobierno estadounidense había ofrecido una recompensa de hasta 15 millones de dólares por información que condujera al arresto de Maduro.
Sin embargo, según las fuentes consultadas, Estados Unidos estaría dispuesto a dejar de lado estas acciones legales si Maduro acepta dejar el poder antes de que termine su mandato en enero.
Las negociaciones, que se han mantenido en secreto, se habrían llevado a cabo principalmente de manera virtual, involucrando a Jorge Rodríguez, presidente del Congreso de Venezuela y aliado cercano de Maduro, y a Daniel P. Erikson, quien maneja la política hacia Venezuela en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Las fuentes citadas en el reportaje subrayan que hasta ahora Maduro se ha mostrado reticente a aceptar cualquier acuerdo que implique su salida del poder.
Sin embargo, personas cercanas al régimen han sugerido a los periodistas que la presión internacional y las promesas de amnistía podrían eventualmente llevar a Maduro a reconsiderar su posición.
El intento de Estados Unidos de negociar una salida para Maduro está alineado con la estrategia de la oposición venezolana, que ha documentado meticulosamente los resultados de las elecciones de julio.
Según esta documentación, el candidato opositor Edmundo González habría ganado por un margen significativo, obteniendo 7.3 millones de votos frente a los 3.3 millones de votos de Maduro. A pesar de estos resultados, el gobierno de Maduro ha seguido manteniendo su control sobre el poder, recurriendo a la represión para sofocar las protestas y encarcelando a miles de disidentes en las últimas semanas.
El reportaje también destaca que la situación en Venezuela ha captado la atención de otros países de la región, incluidos Brasil, México y Colombia, cuyos gobiernos están tratando de mediar en el conflicto.
No obstante, hasta ahora estos países no han adoptado una postura firme en contra de Maduro, prefiriendo presionar por un proceso electoral transparente que demuestre claramente quién ganó las elecciones de julio.
En medio de estas tensiones, la administración Biden ha señalado que, a diferencia de la administración Trump, no está interesada en imponer sanciones adicionales que podrían agravar aún más la situación en Venezuela.
En lugar de ello, ha optado por una estrategia que se centra en ofrecer incentivos a cambio de la salida de Maduro, esperando que este enfoque logre evitar una escalada del conflicto.
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