Estados Unidos aseguró que ni estuvo involucrado ni fue informado con anterioridad de la ofensiva lanzada la semana pasada por las fuerzas ucranianas en la región fronteriza rusa de Kursk.
“No tuvimos nada que ver con eso. Le corresponde a los ucranianos hablar de sus operaciones militares. Nuestra política no ha cambiado al respecto. Lo que vamos a seguir haciendo, como hemos hecho en los últimos más de dos años, es seguir suministrando a Ucrania la ayuda que necesita”, dijo a la prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
La representante de la Administración de Joe Biden recordó que Rusia “está atacando la soberanía y libertad de Ucrania” y que la población ucraniana ha sido “increíblemente valiente“.
“Pero nosotros no hemos tenido ninguna implicación. Seguiremos hablando con los ucranianos sobre su enfoque, pero les corresponde realmente a ellos hablar. Esta es la guerra de Rusia. Es su invasión y agresión a un país soberano y los ucranianos han sido increíblemente valientes a la hora de combatirla”, sostuvo.
Un portavoz del Ministerio de Exteriores ucraniano afirmó que el objetivo de la incursión en el óblast fronterizo ruso de Kursk no es “tomar el territorio de la región”, sino proteger a los civiles ucranianos.
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