Según la Oficina del Médico Forense de Tokio, muchas de las 123 personas que murieron eran adultos mayores. Todos menos dos fueron hallados muertos en el interior y la mayoría no usaba aire acondicionado a pesar de tenerlo instalado.
Las autoridades sanitarias y los meteorólogos japoneses aconsejaron repetidamente a la población que permaneciera en casa, consumiera muchos líquidos a fin de evitar la deshidratación y utilizara aire acondicionado, dado que los adultos mayores suelen pensar que el aire acondicionado no es bueno para la salud y tienden a evitar usarlo.
Fue el mayor número de muertes por insolación en los 23 distritos metropolitanos de Tokio en julio desde que se registraron 127 muertes durante una ola de calor en 2018, de acuerdo con la Oficina del Médico Forense.
Más de 37 mil personas fueron atendidas en hospitales por insolación en todo Japón entre el 1 y el 28 de julio, según la Agencia de Gestión de Incendios y Desastres.
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