«Correa y Glas abusaron de sus puestos (…) al aceptar sobornos, incluso a través de contribuciones políticas, a cambio de la concesión de contratos gubernamentales favorables», dijo el Departamento de Estado en un comunicado, agregando que también se prohibió la entrada al país a las cónyuges e hijos de ambos.
Correa vive en Bélgica y ha sido declarado culpable de corrupción y condenado a prisión. Ha negado las acusaciones, describiendo el caso en su contra como una persecución política dirigida por sus oponentes.
Glas, también condenado por corrupción, fue encarcelado en Ecuador. A principios de año intentó suicidarse y se declaró en huelga de hambre en una prisión para protestar por su detención, según su abogado.
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