Esto significa que en los cinco años y 11 meses de gestión, la trayectoria la calificación soberana de México entró en una ruta de debilitamiento que hoy depende de los planes de consolidación fiscal del próximo gobierno y de su capacidad para evitar un mayor deterioro fiscal. Así lo han planteado, por separado, analistas de ambas agencias.
Fitch y S&P son dos de las tres agencias de mayor operación mundial. Fitch califica a 120 países alrededor del mundo, mientras que S&P califica a 137 soberanos.
Analistas del banco global J.P. Morgan advirtieron “el riesgo de rebajas de calificación crediticia es significativo para el 2025” y anticiparon que “al menos una (calificadora) cambiaría la perspectiva a negativa en el primer trimestre del próximo año”.
En Fitch, la nota se ubica en “BBB-“ que es el nivel más bajo del grado de inversión, en la frontera que separa de los emisores especulativos. Un recorte en esta agencia llevaría a México al nivel de los emisores de bonos basura.
La analista soberana para México, Shelly Shetty advirtió en entrevista el pasado mes de mayo que hasta conocer la propuesta del Paquete Económico para el ejercicio fiscal del próximo año, contarían con elementos para evaluar las prioridades y objetivos del nuevo gobierno.
A manera de ejemplo comentó que apenas en el ejercicio fiscal del año que corre, el gobierno hizo explícito el apoyo que planean otorgar a la petrolera mexicana en el 2025 y resaltó hasta ahora no hay ninguna señal que permita suponer que seguirá esta práctica durante la próxima administración.
En entrevista concedida a este medio en mayo, Shetty dijo que el déficit fiscal en que incurrirá el gobierno este año, de casi 6% del PIB, se encuentra dentro de la media del que tienen los pares de calificación en la agencia. Los llamados pares de calificación de México en el mismo escalón de México son Bulgaria, Croacia, Indonesia, Hungría y Malasia, entre otros.
Incluso con una deuda pública cercana a 50% del PIB, las obligaciones del gobierno federal se mantienen manejables respecto de 52% que administran soberanos con la calificación en “BBB”.
Reforma debilita nota soberana en S&P
El pasado 10 de septiembre, S&P explicó que las reformas constitucionales en discusión en México, “que incluyen modificaciones al Poder Judicial como la elección de jueces y ministros son un factor de debilidad para el perfil crediticio que lesionará tanto a la calificación del soberano como a la de la empresa Pemex”.
Tal como explicó el analista de Standard & Poor´s Joydeep Mukherji, “el proceso institucional de check and balances (donde los poderes del Estado previenen o contienen intromisiones o extralimitaciones de los demás), otorga transparencia y predictibilidad al manejo del soberano, de manera que su debilitamiento por cualquier razón, terminará reflejándose también en las calificaciones soberanas y en la de Pemex”.
Al participar en un webinar, sobre las calificaciones soberanas de América Latina, explicó que la calificadora está esperando la propuesta del presupuesto federal para el año próximo, que se dará a conocer en octubre, para verificar si la nueva administración planea corregir el déficit fiscal en el que se incurrió este año así como su proporción.
“Esperamos una corrección en el déficit fiscal para el 2025, después de la profunda expansión que ha experimentado este año. Confiamos que el plan que incluirá el próximo gobierno en el presupuesto del 2025, confirmará una corrección como la que se comprometieron. De otro modo impondrá importantes presiones a la baja para la calificación soberana”, comentó.
Grado de inversión
El analista para América Latina de S&P detalló en la sesión de preguntas de aquella conferencia que “el grado de inversión no está en riesgo con estas reformas”.
Si bien la reforma judicial es un factor de presión a la baja para la calificación, “la degradación de la nota no suele hacerse en bloque. La razón es que el país cuenta con spillovers (colchones que le protegen). Son fortalezas estructurales que distinguen al soberano de otros emisores que no tienen grado de inversión”.
Argumentó que la calificación de México cuenta con fortalezas como la política monetaria, la flexibilidad cambiaria y “un muy sólido perfil en las cuentas externas”.
La nota soberana de México en S&P, fue ratificada en junio en el segundo nivel del grado de inversión, en “BBB” con perspectiva estable, un escalón donde se encuentra desde marzo del 2020.
El caso con Fitch, es diferente. México tiene en la citada agencia, la calificación soberana más baja en “BBB-” desde marzo del 2020, apenas librando las notas de emisores especulativos.
“Fitch, es la agencia donde tiene México la calificación más riesgosa, al borde de perder el grado de inversión. Y las reformas definitivamente no ayudan. Perjudican. Y eso lo están diciendo ellas mismas”, agregó el ex miembro de la Junta de Gobierno del Banco de México, Javier Guzmán Calafel, entrevistado el pasado 29 agosto.
Discover more from CALIBRE800
Subscribe to get the latest posts sent to your email.